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lunes, 6 de agosto de 2007

Cientificos afirman que el volcán más grande del mundo puediera estar escondido debajo de la belleza del primer parque nacional de los Estados Unidos.

Hace ya mucho tiempo que Yellowstone se reconoce como un sitio muy especial. Los visitantes llegan a ver sus altísimas cascadas, sus fuentes termales que borbotean y sus efusivos géiseres. También es famoso por su espectacular fauna y flora. Por estas razones se convirtió en el primer parque nacional del mundo en 1872.
Recientemente, los científicos han aprendido que hay algo escondido debajo del parque—¡un súper volcán!
Las señales de actividad volcánica están dispersadas por todas partes en el parque. Hasta los nombres de algunos de los sitios más famosos del parque muestran qué tan calientes son. Como sus nombres en inglés lo indican, desde Sizzling Basin—Cuenca que Chisporrotea—hasta Steamvalve Spring—Fuente Válvula de Vapor—, y desde Firehole Valley—el Valle Hoyo de Fuego—hasta Boiling River—Río de Agua Hirviente, este parque obviamente es un sitio caliente.
Por lo visto, estos lugares le hacen honor a sus nombres. Los arroyos fluyen echando vapor. Las fuentes termales hierven. Los charcos de lodo bullen. Los abrevaderos rebosan con ácido que hierve. Cientos de árboles chamuscados se encuentran por todos lados en estos sitios.
Además, también hay géiseres. Hay más de 300 de estas fuentes naturales de agua que están desperdigadas por todas partes de este parque. De hecho, hay más géiseres en este lugar que en cualquier otro lugar del mundo.
El más famoso de estos géiseres es el “Old Faithful”. Aproximadamente cada 90 minutos, un sonido sibilante surge del “Old Faithful”. El sonido se oye cada vez más y más fuerte hasta que el géiser se aviva mediante un gran rugido. Una torre de agua hirviente vuela hacia el cielo. El olor a huevos podridos penetra el aire. El olor viene de los gases que se han mezclado con el agua que sale a chorros. De repente, el agua y el sonido paran. Todo está calmado de nuevo.

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